I Jornada sobre Memoria Histórica del Ateneo de Laguna de Duero

Texto de Roberto C. Novo Martín
Fotos de Josu García Pérez

Siendo este año, el 80 aniversario del comienzo de la guerra civil, el Ateneo Socio Cultural de Laguna de Duero ha querido preparar unas jornadas a modo reivindicativo, dado el incumplimiento continuo desde que se aprobó por parte de todos los gobiernos en la aplicación de la Ley de Memoria Histórica.

La primera jornada, sobre “Las causas y consecuencias de la Guerra Civil Española” ha sido impartida por Celso Almuiña, Catedrático Emérito de la Universidad de Valladolid y Presidente del Ateneo de Valladolid.

La primera jornada se ha realizado el día 17 de octubre a las 19 h. en la Casa de las Artes, y fue impartida por Celso Almuiña, Catedrático Emérito de la Universidad de Valladolid y Presidente del Ateneo de Valladolid. La ponencia que realizó Celso, trató sobre “Las causas y consecuencias de la Guerra Civil Española”, con un pequeño esbozo de cada uno de los apartados, que pasamos a resumir.

Comenzó el profesor Almuiña haciendo referencia a la existencia de una extensa colección de libros, unos 35.000 títulos, que tratan sobre este tema tan polémico y apasionante. Hasta los años 60, la literatura era simplemente de combate. A partir de los años 80 se comenzó a investigar sobre la represión, la economía, etc. En 2008, cuando el juez Baltasar Garzón pidió todo el legajo de papeles para poder investigar sobre los crímenes de esa época, ya se dispuso de mucha más información.

«En la historia de España, es mejor separar cada etapa, por las connotaciones que puede acarrear el unir dos periodos en la explicación. Tendríamos entonces la II República por un lado, la Guerra Civil por otro, y finalmente la época del Franquismo.»

La guerra civil, comenta, fue la antesala de la II Guerra Mundial, aunque hubo causas más profundas, que pasó luego a comentar. España fue el campo de batalla y enfrentamiento entre el comunismo y el fascismo imperante en Europa, y fuimos en cierta medida títeres de esas potencias europeas enfrentadas.

Las causas más profundas de la guerra civil estaban relacionadas con el enfrentamiento social entre clases, el problema regional y el económico.

Entre las causas más profundas, y que tocan más en la coyuntura española, destacaron: el enfrentamiento social entre clases, el problema regional y el económico.

Celso pasó a diseccionar estas causas, diciendo en relación al problema económico que éste venía arrastrándose desde los tiempos de la Edad Media, por el latifundismo y el minifundismo existente en España, y por el gran problema en la estructura de la propiedad, siendo nuestro estado en 1930 un estado muy atrasado económica y culturalmente, y cuya fuente principal de ingresos provenía de la agricultura. En ese momento los sindicatos tenían una alta afiliación, con 1,5 millones de afiliados a los sindicatos anarquistas y otro tanto a la UGT.

A lo largo de la II República el problema regionalista se convirtió en un problema nacionalista, con las consecuencias que acarreaba. También en la II República creció el sentimiento anticlerical.

«Si hablamos del ejército español, en los años 30 estaba muy obsoleto. Había más mandos, tantos como el ejército francés, pero un quinto de soldados que en ese país. El ejército tenía dos bandos diferenciados, por un lado los africanistas que ascendían en el escalafón militar por méritos propios estando en el frente de batalla, y los que estaban con puestos en la península, ascendiendo por antigüedad, “calentando el sillón”. Los sublevados casi todos eran africanistas, como el general Franco o Sanjurjo.»

Entre otros datos, Celso Almuiña mostró indicadores sobre la educación en la II República, la cual tomó gran importancia, ya que en los dos primeros años de la república se consiguió construir hasta 10.000 escuelas, tantas como las que ya había hasta ese momento, dando gran importancia a esta política. Aunque la república no estuvo exenta de culpabilidades, como las mencionadas anteriormente.

«La ley electoral en el 33 daba como resultado una gran fragmentación entre los partidos de izquierdas y de derechas, siendo el año en el que llegó al gobierno el Partido Republicano Radical con el apoyo de la CEDA y el Partido Agrario, desbancando a la Coalición Republicano-Socialista, por la inacción en este proceso de los anarquistas. Una vez iniciada la Guerra Civil, se posicionaron con el bando sublevado la Falange, los Carlistas, los monárquicos y la iglesia.»

«Cabe destacar las palabras del Presidente de la II República Española del 36 al 39, Manuel Azaña, diciendo que en estos años se desencadenó una ola de “Miedo y terror”. Esta tensión se mantuvo durante toda la guerra en los dos bandos, por los innumerables actos de barbarie que se realizaron. Esta ola de miedo y terror, duró tras la guerra 40 años más.»

Las consecuencias para España fueron innumerables tras la guerra. Quedó el país destruido.

«El PIB de 1935 no se volvió a recuperar hasta 1955. En cambio, en Europa se iniciaba una etapa de recuperación, y en el año 56 se crea la Unión del carbón y del acero, base de la actual Unión Europea.»

«Además España quedó aislada políticamente, al ser el régimen Franquista un régimen cerrado y autosuficiente, autárquico, no pudiendo avanzar económicamente el estado. En lo material, se destruyeron instalaciones y construcciones civiles de todo tipo, con el capital que eso conllevó. En lo humano, fueron destrozadas miles de familias. El código de justicia militar se revolvió contra el bando perdedor.»

Algunos datos demográficos para entender la contienda y el horror:

«Hubo 500.000 muertos durante la guerra y 576.000 dejaron de nacer, lo que nos da un dato de sobre-mortalidad de casi un millón cien mil.»

«Hubo 225.000 de muertos en los frentes, y por la represión unos 200.000, de los que fueron muertos por el bando republicano unos 50.000 y por el bando sublevado 150.000 (de estos, 100.000 fueron paseados y 50.000 fueron ajusticiados por tribunales).»

«Hubo 114.000 desaparecidos (solo un país en el mundo tiene más desaparecidos que España: Camboya, con los jemeres rojos).»

«Entre los que más sufrieron: en la zona republicana el clero por el anticlericalismo que se había ido instaurando a lo largo de la II República, y en la zona sublevada los ciudadanos de los pueblos, por los odios y malquerencias, que daban lugar a denuncias falsas.»

«El general Franco una vez terminada la guerra, encargó a un fiscal que preparara la Causa General, para justificar la sublevación, buscando a los masones, anarquistas, internacionalistas, etc. y ajusticiándoles, en base a denuncias falsas y obligadas.»