En julio de 2017, con ocasión de la inauguración en el Parque de la Memoria de la escultura que recordaba a los vecinos de Laguna asesinados en los días siguientes al levantamiento militar de 1936, fue presentado y tuve ocasión de consultar in situ el libro que contenía el registro de los asesinados y desaparecidos en la provincia de Valladolid, sus nombres, sus datos y todas las circunstancias conocidas. Me pareció tan grueso, tan enorme que quedé anonadado. Hoy, con ocasión de la inauguración del Memorial y la ceremonia de enterramiento digno en el cementerio de El Carmen de las 245 personas cuyos restos se recuperaron durante la exhumación de las fosas comunes entre 2016 y 2017, he sabido que el número de los asesinados ascendía a 2650. Todas esa páginas, supongo, contenía el tomo cuya vista me dejó estupefacto. La líneas que siguen, a modo de “poema”, fueron escritas en aquellos momentos y me permito la osadía de compartir.

 

REGISTRO DE LA INDIGNIDAD

No hay brazo que aguante

tanto horror

tanta vergüenza

no hay mano

ni hombro que soporte

la lista

el peso muerto de tantos nombres

apellidos

alias

de tantas profesiones

lugares de nacimiento

estados civiles

circunstancias

FUSILADO           SUMARÍSIMO        PASEADO

No hay pudor que resista

los espantos cometidos

el grosor de las indignidades

la nómina de las ignominias

los  gritos reprimidos

los caudales de lágrimas

Horrores esparcidos entre tantos años de gusanos

Despedidas abortadas/adioses cercenados

 

Es tanto el peso que no puedo  siquiera volver la página

reprimir la lágrima

 

Y quedo sin saber, ignorante, del resto de torturados

Insultados

vejados

matados

insepultos

¡OLVIDADOS NO!

asesinados al fin

por ser quienes eran

quisieron ser

y fueron.

 

Laguna de Duero, julio de 2017