Autor: Félix Sánchez García (distingido participante en el II Certamen de Microrrelatos del Ateneo de Laguna)

GRACIAS IGNACIO, GRACIAS AMIGO.

Ya se que todo paso en un segundo y que tu impulso pudo mas que la cabeza y la razón juntas.

No importa; bueno, quiero decir realmente que si importa, para todos los que te quieren  y el tropel de todos los que te admiramos de forma anónima , pero que tu gesto ya esta hecho, es inamovible en la tragicomedia del tiempo y el espacio que nos está tocando vivir en estos días.

No hace falta haberte conocido para adivinar el pedazo de persona que se escondía tras tu sonrisa. Me vienen en fila de a uno, los adjetivos que ya estarán adheridos como azulejos en tu curriculum de hombre de bien para siempre: generoso, valiente, decidido…. y yo añadiría otros que seguro vienen estrechamente de la mano y que me aventuro a contar: soñador empedernido, rebelde con causa, algo iluso-ilusionista, creador de utopías fácilmente inalcanzables, verdugo implacable de injusticias, y sobre todo, exportador de sonrisas para aquellos que te rodeaban.

Nada de esto sabía el pobre desgraciado que te acuchilló en el mercado de Borough cuando salvaste a aquella mujer con el pánico electrizante  dibujado en su rostro, sus mejillas sin sangre y los músculos paralizados como estalagmitas de la cueva de los horrores.

Quieras o no, pues ya se que no buscabas la gloria, eres nuestro héroe y nuestro espejo. Voy a proponer en casa un humilde homenaje; poner tu nombre al jardincillo de la entrada. Ya lo puedo ver escrito en una plaquita que pintará mi hija y que pondremos debajo de la encina:

“ Jardín en recuerdo de Ignacio Echeverría. Junio 2017”.

Gracias Ignacio. Siempre te recordaremos.