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Autor: Montserrat Sanz García

Aprovechando el tiempo de ocio del fin de semana, hojeo los suplementos de los periódicos. Ver reportajes sobre moda, coches o viajes, me resulta relajante y me ayuda a contactar con el mundo real, después de pasarme la semana laboral inmersa en los problemas de los demás.

Este fin de semana he leído el siguiente artículo: “¿Eres una pareja viejuna?”  El título era suficientemente impactante, o más bien insultante

Pues bien, en esas estaba cuando me topo con el siguiente artículo (Mujer hoy nº 885): “¿Eres una pareja viejuna?”.

Tengo que reconocer que el título era suficientemente impactante (más bien insultante) como para llamar mi atención. Su autoría: una psicóloga que evidentemente se vanagloriaba de no formar parte de una pareja “viejuna”, a la que describía como estable, monótona y falta de emociones.

De hecho da cómo pistas para saber que aún no eres una pareja así, lo siguiente:

“- Sigues teniendo sexo con tu pareja después de una fiesta.

–  Discutís sin sombra de corrección política y por whatsapp.

–  Todavía descubrís cosas del otro.

–  Vuestros hijos os piden ropa prestada.

–  Cualquiera de los dos se pone la ropa que quiere le guste al otro o no.

–  Te hace ilusión pasar meses planeando cumpleaños.

–  A veces sois maleducados el uno con el otro.

–  Coqueteáis entre vosotros y a veces con terceras personas, de forma evidente.

–  Consideráis que una copa es un lubricante marital esencial.”

Después de leer lo anterior, mi primera reacción fue la de sentir pena por la profesión, y pensar que no se cómo me extraño todavía con los comentarios de la gente cuando se refieren a los psicólogos después de ver semejantes manifestaciones de quien se dice profesional.

Cualquiera con un mínimo de sentido común, puede darse cuenta de lo inconsistente e incluso contraproducente de muchas de las aseveraciones que hablan de una pareja teóricamente “joven e ideal”. En cualquier pareja, sea de la edad que sea, coquetear con un tercero implica en primer lugar que algo en la relación no funciona correctamente, y en segundo lugar, una fuente de conflictos que puede y suele dar lugar a rupturas.

Cualquiera  puede entender la estupidez que supone medir el grado de “frescor” de la pareja por la cantidad de ropa que comparte con sus hijos. Pocos son los afortunados que a los 40 años mantengan la talla de los 18, pero aparte de ésta limitación física, está la psicológica…Si con 40 años sigues teniendo los mismos gustos y objetivos que a los 20, poca evolución ha habido…

Y qué decir de considerar la necesidad de una copa para lanzarse  al sexo…Pensar que una pareja necesita una “ayudita” para hacer algo que se supone responde a un sentimiento y se hace de forma consciente, ya dice mucho de la relación ¿no?.

Y que la utilización del whatsapp para dirimir las diferencias sean las que sean, suponga colocar en la sección de “parejas jóvenes e ideales”, cuando los psicólogos nos cansamos de decir que las nuevas tecnologías no pueden desplazar de ninguna manera el contacto personal y humano, supone ir contracorriente de lo que es recomendable desde el punto de vista profesional.

La cuestión es que estos artículos se publican en una sección que se llama “Psicotendencias” y lo firma una supuesta psicóloga. Lo cual eleva a categoría de conocimiento científico lo que no es más que una opinión.

En fin, que desgranando, vemos un cúmulo de despropósitos y de incoherencias (se considera “juvenil” tener sexo después de una fiesta, pero claro, si se tienen 3 o 4 copas de más, para no ser muy consciente de lo que se hace) que no tendrían más importancia si se tratara de la opinión particular de una redactora sin más conocimientos que su experiencia personal. Pero la cuestión es que se realizan en una sección que se llama “Psicotendencias” y lo firma una supuesta psicóloga; y eso eleva a categoría de conocimiento científico lo que no es más que una opinión.

¿Cuantas situaciones similares a ésta nos encontramos en nuestro día a día?…periódicos, radios, programas de televisión…Da cierta prestancia decir que “fulanito de tal”, que es psicólogo/a explica el lenguaje corporal de “menganito de cual” que está imputado en tal caso; o que “nuestra psicóloga” nos va a explicar cómo tratar tal o cual patología…

Es positivo que los medios de comunicación acerquen la Psicología y su importancia a la gente, pero deberían medir la profesionalidad de quienes se dedican a la tarea

Y está bien que los medios de comunicación acerquen la Psicología y su importancia a la gente, pero deberían medir la profesionalidad de aquellos que se van a dedicar a tal tarea, y dejar muy claro que para “psicología de pasillo” ya está la que te hace el vecino y no caer en algo similar cuando el número de personas a las que se alcanza desde un medio público poco tiene que ver con el descansillo de tu casa.

Porque yo me preguntaba después de leer el dichoso artículo…¿cuántos empezarán a pensar que igual es buena idea contar con un tercero para dar “vidilla” a su relación, u olvidarse de los hijos y centrarse en amigos, fiestas y copas para dar emoción a la vida en común?…

En fin, que Dios nos libre de los supuestos Psicólogos, que de los charlatanes ya nos libraremos nosotros…AMEN