Continuamos con las entregas de Javier Rodríguez y Teodoro San José sobre la historia de Laguna. En esta ocasión se analiza la presencia de los romanos y los visigodos en nuestra zona.
Pregunta: Teodoro en el periodo en el que los primeros pobladores, “vacceos mayormente”, se asentaron en la meseta y por ello también en Laguna de Duero, ¿qué aconteceres conocemos de esa población hasta la llegada de los romanos entre el 218 y el 133 a. c.?
Actualmente no conocemos grandes acontecimientos de este periodo de tiempo en nuestra zona geográfica, a excepción de lo encontrado en los yacimientos arqueológicos, por lo que las referencias que poseemos de la población se entremezclan y de los restos hallados no podemos extraer conclusiones; debemos tener en cuenta que nos referimos a una época que no se recogían por escrito sus hazañas, sino que, generalmente los conocimientos y el vivir día a día se trasmitía a través de leyendas y comunicaciones orales por parte de los ancianos; comenzando a tenerse documentación escrita y conservada a partir del año 218 antes de Cristo, en el que las legiones romanas desembarcan en Ampurias, no con el fin de conquistar la Península, sino para combatir a los cartagineses, que en esos momentos fueron sus enemigos más poderosos.
Pregunta: En el periodo concreto, previo a la llegada de Roma, ¿se conocen o existen vestigios del acontecer diario de nuestros antiguos pobladores “laguneros”?
Respuesta:
Los asentamientos humanos en nuestra localidad sufrieron ubicaciones geográficas distintas a lo largo del tiempo.
Ya hemos concretado los yacimientos arqueológicos excavados en nuestra localidad en el artículo publicado anteriormente (ver aquí), y en ellos podemos destacar que las zonas correspondientes a El Villar y El Villarejo corresponden cronológicamente a asentamientos realizados en la época Prerromana, mientras que los correspondientes a El Tenderín-Las Cubas II, y El Villar II corresponden a la época eminentemente romana. Esto, además de evidenciar que los asentamientos humanos en nuestra localidad sufrieron ubicaciones geográficas distintas a lo largo del tiempo, de su posterior estudio podemos extraer otras conclusiones que nos muestran, o al menos nos permiten tener, otras referencias sobre su modo de vida, cambios de costumbres o avances a lo largo de su existencia.
Los pobladores asentados en esta zona eran principalmente agricultores y ganaderos.
En primer lugar nos detallan que los pobladores asentados en Laguna, si bien, no constituían un asentamiento importante (al menos, en la parte correspondiente a lo conocido hoy), se fueron convirtiendo en agricultores y ganaderos principalmente, dejando a un lado las armas, abandonando la faceta de guerreros, y utilizando las armas que poseían esencialmente para las tareas de caza. Otra faceta importante fue que se produjo un desarrollo como comunidad, extendiéndose la incipiente agricultura y las áreas de cultivo, fortaleciéndose el intercambio de productos y comercio entre ellos, a la vez que se iniciaron la construcción de pequeñas vías para poder ejercer los intercambios.
Posteriormente con la dominación romana y el largo periodo de paz interna que sufrieron, se produjo un extraordinario desarrollo, aumentando la población constantemente, extendiendo enormemente las áreas del cultivo, a la vez que se iban perfeccionando, y de alguna manera explotaban los materiales de la tierra para proveerse de utensilios, lo que en conjunto les propició un florecimiento como colectividad, a la vez que demuestra el inicio de un comercio estable de mercancías entre ellos.
Pregunta. Con la llegada de los romanos las culturas autóctonas fueron desapareciendo, bien por la simple dominación o por asimilación natural ¿tenemos constancia de las primeras presencias romanas en Laguna?
Respuesta:
Personalmente creo que no se puede considerar la transformación de las sociedades prerromanas como un bloque unitario, ya que la romanización de Hispania fue recorriendo la península lentamente y abarcó un periodo aproximado de doscientos años, desde el año 218 antes de Cristo que comenzó en Ampurias, hasta el año 19 antes de Cristo que finalizó al someter las legiones de Augusto a los cántabros y astures.
Además, los pueblos prerromanos tenían un carácter muy diferente según su localización geográfica. Así, las zonas con influencia griega y fenicia (la costa mediterránea) fueron fácilmente asimiladas, mientras que las zonas del interior, se enfrentaron a ellos y no resultaron predispuestos al abandono de sus culturas, sobre todo las zonas interiores que poseían una cultura celtíbera bien asentada, y esta predisposición al rechazo y la resistencia armada que presentaron a lo largo de la conquista romana, originó episodios como el de Numancia o la rebelión de Viriato.
La cultura celtíbera no sobrevivió al impacto cultural. Se produjo un cambio en la lengua, la religión, el urbanismo, el comercio…
En cualquier caso, la cultura celtíbera no sobrevivió al impacto cultural, al asentarse de forma definitiva y pasar el centro de Hispania a formar parte del entramado económico y humano del Imperio; lo que una vez pasado el periodo de adaptación al modo de vida romano, lo que se conoce como romanización, supuso un cambio de vida tales como la lengua, la religión, el urbanismo, el comercio, las costumbres, etc. Indudablemente, la civilización romana era mucho más refinada que la de los pobladores de la Hispania prerromana, lo cual favorecía su adopción por estos pueblos.
Por otra parte, durante este periodo de tiempo en la meseta no existían grandes poblaciones humanas, lo que implica que no encontremos actualmente grandes muestras de la presencia romana en nuestro término municipal.
Una de las zonas en esos momentos más despobladas la constituía la zona interior geográfica, delimitada por las calzadas romanas de la vía de la plata, la que unía la de la Plata con Tarraco pasando por Pallantia y Cesar Augusta, y la calzada que unía Emerita Augusta con Cesar Augusta; es decir, la zona delimitada entre las ciudades de Salamantica, Pallantia, Segovia y Toletum.
Existen restos de villas romanas a nuestro alrededor, como por ejemplo Puras o La Olmeda
Roma impulsó en toda Hispania la repoblación al repartir tierras entre las tropas licenciadas de sus legiones, y se establecieron muchas familias procedentes de Italia para aprovechar las riquezas que ofrecía un nuevo y fértil territorio. Así, encontramos restos de villas romanas a nuestro alrededor, como por ejemplo Puras o La Olmeda; pero de una forma muy dispersa. Otra de las razones, en mi opinión, que originan esa escasez lo constituye el hecho de que en nuestra zona no existen localizaciones ricas en minerales que escasearan en Italia, como el oro, plata, cobre y hierro; que en realidad suponía el interés de su Imperio aparte del puramente militar.
Pregunta: ¿Los habitantes hispano-romanos fueron los siguientes habitantes de las zonas donde el Imperio implantó sus dominios y esta cultura fue posteriormente asimilada por los invasores visigodos. Laguna no se debió ver excluida de este acontecer histórico. ¿De qué vestigios disponemos de este cambio a la cultura visigótica?
Respuesta:
Remontándonos al contexto general debemos explicar primeramente que Roma reconoció a través del emperador Aureliano, en el año 270, a los godos como nación legal y les dejo asentarse en el territorio de la Dacia, y que fueron nombrados posteriormente federados del Imperio romano, por Constantino en el año 332.
Este pueblo guerrero, seminómada, de origen indoeuropeo y proveniente de la actual Suecia, se había asentado en las costas bálticas, junto al límite romano, hacia el siglo I, y posteriormente se estableció en las costas del Mar Negro, en el siglo III, y se organizó en Clanes. Comenzaron a dedicarse a las tareas agrícolas, diferenciándose la clase guerrera del pueblo agricultor, y surgió también la clase de comerciantes, que intercambiaban productos con el Imperio Romano.
En enero del año 395, al fallecer el emperador romano Teodosio, el imperio se dividió entre sus dos hijos: Arcadio que estableció su sede en Constantinopla y Honorio que se asentó en Milan, obligando con ello al pueblo godo a establecerse en Grecia, negociando el imperio de Oriente con el rey godo Alarico el abandono de sus dominios y nombrándole a cambio, con el cargo de magíster militum de Iliria, permitiendo con ello su desplazamiento hacia el norte de Italia; al defender el imperio contra las continuas amenazas de otros pueblos bárbaros (Hunos), hasta que el 24 de agosto del año 410, los bárbaros lograron entrar en Roma, y tras saquearla se dirigieron al sur para asegurarse el paso hacia África.
Alarico murió durante el sitio de Cosenza y fue sucedido por su cuñado Ataúlfo, quien al frente de los visigodos, atravesó los Pirineos y llegó a Hispania y en el año 416, propuso una alianza con el Impero Romano, por la cual, los godos se comprometían a luchar contra los otros pueblos bárbaros que irrumpían en Hispania, como los suevos, alanos o vándalos. Los godos siguieron sus conquistas ocupando gran parte de la península y el sur de la Galia durante el reinado de Valia (415-418), estableciendo su capital en Toulouse.
En el año 507, el rey de los francos Clodoveo I derrota a los visigodos en la batalla de Voillé, suponiendo con ello la desaparición del reino de Tolosa, y quedando el reino visigodo reducido casi en su totalidad a la península Ibérica, donde fundan el nuevo reino visigodo con capital en Toledo, y a partir de esta fecha se confunde la historia de los visigodos con la de España.
El último monarca, Rodrigo, fue derrotado y probablemente muerto por los musulmanes en la batalla del río Guadalete en el año 711, y en el año 713 la península Ibérica fue ocupada en gran parte por los musulmanes. El poder visigodo tuvo por heredero al reino cristiano independiente de Asturias.
Otros pueblos germánicos se establecieron también en España como fue el caso de suevos y vándalos (unas pocas decenas de miles); pero fueron los godos, en especial la rama de los visigodos, los que en un número cercano a los 300.000 individuos incidirían en el desarrollo de las gentes hispanas. Se trata de una cifra pequeña en relación a la población del conjunto peninsular (unos 5 millones de habitantes), aunque significativa sobre todo por la trascendencia futura del lugar del asentamiento preferente, la Meseta Central, concretamente en las cuencas de los ríos Duero y Tajo.
En este espacio interior, escasamente poblado, los visigodos establecieron su hogar y su verdadera tierra de promisión, cambiando la espada por el arado, en unas tierras aptas para su cultivo del cereal y para el desarrollo de la ganadería extensiva, como principales actividades económicas.
Tras el asentamiento visigodo, en esta zona coexistió población hispanorromana y goda, y se formaron pequeñas aldeas que agrupaban viviendas unifamiliares próximas a sus explotaciones agropecuarias
En lo referente a Laguna, la proporción entre visigodos e hispano-romanos era de 2 a 1 a favor de los visigodos, y estos efectuaron un reparto de las nuevas tierras sin grandes problemas entre ambas comunidades, pasando a establecerse los godos en pequeñas aldeas formadas por viviendas unifamiliares próximas a sus explotaciones agropecuarias, coexistiendo con sus diferencias, sin superponerse, hasta que paulatinamente se verificó la fusión entre ambos.
La elección de Toledo hizo que la Meseta Central, por primera vez, fuera el centro político y cultural de la Península. Durante el reinado hispano-godo de Leovigildo (565-586), Hispania, reino con entidad política independiente, sucede a la provincia romana, identificándola con el Reino de los Godos (“Regnum Gothorum”). Su hijo, Recaredo (586-601), al convertirse al catolicismo junto con todos los godos, establece las bases de una comunidad político-religiosa nacional diferenciada, una nueva sociedad, en definitiva.
Pregunta: Los hispano-visigodos dominaron el ámbito peninsular desde la cuarta centuria, el año 476 se considera el de la total implantación visigótica en España, hasta las invasiones árabes y bereberes en el año 711. Durante este largo periodo de luchas previas contra otros invasores peninsulares, Suevos, Vándalos, e incluso Alanos, y ya constituido el reino de Toledo, aquí en Laguna ¿quedó alguna impronta de esa cultura hispano-visigoda?
Respuesta:
En el año 476 los visigodos ya se habían asentado totalmente en la península Ibérica, formando su reino. En este nuevo reino convivieron el hispano romano y los visigodos, aunque nunca llegaron a fusionarse. Los últimos estudios realizados nos confirman que los visigodos establecidos en Hispania no superaron los 200.000, frente a la población hispano romana de entre 5 o 6 millones. Fueron testigos de los grandes acontecimientos históricos que se produjeron durante esta época en todo el mundo: la caída del Imperio Romano, el auge del poderío y la influencia musulmana, la expansión de los pueblos bárbaros del norte de Europa…., mientras en la península construían un nuevo estado. Durante trescientos años lucharon con otros pueblos, y también entre ellos, por los territorios y el poder, y estas luchas internas y las continuas traiciones precipitaron su caída y facilitaron la invasión musulmana.
El pueblo visigodo era el más adelantado en civilización de los pueblos del Norte. No obstante, estaban menos civilizados que los hispano-romanos, y no intentaron implantar sus costumbres entre los vencidos, aun estando distanciados por divisiones de costumbres, razas, idioma y escritura, comprendiendo que su dominación no podía ser permanente si no unificaban sus sentimientos e intereses con los vencidos, y poco a poco fueron aceptando lo existente.
Pregunta: Así como en localidades próximas a Laguna (Castrillo de Tejeriego, Amusquillo de Esgueva, etc.) se conocen asentamientos y necrópolis visigóticas, ¿hay alguna constancia en nuestra localidad, bien física o simplemente algún documento que de fe de que Laguna también fue parte de los reinos hispano-visigodos?
Respuesta:
Los asentamientos visigodos o necrópolis constatadas en la provincia de Valladolid hasta el día de hoy, se encuentran ubicados en las localidades de Castrillo Tejeriego, Amusquillo de Esgueva, y Piña de Esgueva.
Para terminar y antes de adentrarnos, en otra entrevista, con las dominaciones árabes-bereberes, puedes aportarnos algún dato de la parte de la Historia, la más oscura y desconocida para la gente en general, de este periodo visigótico, que aporte más conocimiento de nuestra historia local “visigótica”.
Respuesta:
Únicamente como colofón y cierre de esta importante etapa histórica añadir que los árabes y bereberes, unidos en la nueva fe mahometana, derrotarán al ejército hispano-godo en las cercanías de Jerez de la Frontera. Sería decisivo en el fatal desenlace el apoyo recibido por los musulmanes por parte de los judíos y de una facción nobiliaria, la de los witizanos, es decir, los partidarios de la familia del recientemente fallecido rey Witiza, opuestos al rey Rodrigo, y que incluso recabaron la presencia de los mahometanos en la Península como sus aliados.
Destrozados en la batalla el ejército y el Estado hispano-godos, los musulmanes ocuparían la casi totalidad del reino en un periodo de siete años (con la importante colaboración de los judíos residentes en las ciudades hispanas que abrieron las puertas de muchas de ellas), arrasando, en unos casos, o pactando, en otros, con los opositores. Algunos nobles visigodos, no aceptando el dominio musulmán buscaron refugio en las montañas del norte peninsular. Los montes cantábricos y pirenaicos quedarían libres del efectivo dominio musulmán y en ellos se formarían prontamente dos reinos, Asturias y Navarra, resultado del pacto alcanzado entre las gentes autóctonas y los refugiados godos.
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Mis felicitaciones a La Fragua por esta interesante sección de historia y en especial a Teodoro y Javier que hacen unos artículos estupendos de los fragmentos de historia, que nos sirven para recordar viejas lecciones y en muchas ocasiones aprender mas, sobre todo en lo relacionado con Laguna de Duero y su entorno Castellano.
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