Escrito por Gloria Rivas Muriel
Invitado por el Ateneo Sociocultural se presentó el día siete con su amable sonrisa y su generosidad para hablarnos durante una hora y media no solo de su libro, también de su actitud ante la escritura, de la importancia de la niñez y de los personajes femeninos en su obra.
Animó a la lectura a los estudiantes del María Moliner que asistieron a la charla con su profesora, Mª Jesús, y recomendó a todo el auditorio a no perder el interés por la fantasía.
Martín Garzo nace en Valladolid en 1948 y aquí continúa viviendo, pues como ha dicho muchas veces: “cualquier lugar contiene el mundo entero, solo hay que saber mirar”. Él empezó de niño a escribir poesías a sus novias, animado por las estrofas con golondrinas de Bécquer, pero poco después, la tierra y los cielos le sonrieron desde la narrativa más fabulosa y encaminó el hecho literario hacia un lenguaje de fuentes míticas, a un corazón lleno de laberintos, a su particular mundo de los sueños y finalmente a Villalba de los Alcores a desvelar los secretos que las madres escriben a sus hijas en un cuaderno.
El amor, la muerte y los sueños son los temas que conforman su magnífica y extensa obra, que ha sido cimentada sobre el rico universo que habitó en su niñez, cuando las tardes de los veranos en Villabrágima eran largas, calientes y provechosas para saltar por los charcos del río Sequillo, y en la casa de los abuelos vivían también, y sin ningún miramiento, los fantasmas de sus tíos bebiendo chocolate.
Esta connivencia entre niños, ánimas y hadas de la cuentística tradicional han determinado su particular y hermoso mundo literario, que él llama “falsamente realista” y yo, humildemente denomino el “realismo-fantástico de Martín Garzo”.
Su última novela, “Donde no estás”, narra la historia de Ana, una joven que acaba de perder a su madre y regresa a la casa de la familia en Villalba de los Alcores, donde irá descubriendo los secretos que aguardan en ese laberinto familiar.
Una abuela con episodios de demencia, un fantasma de palabra, la criada Fernanda, la tía Joaquina, el cuaderno de su madre y finalmente la carta de Ismael irán descubriendo al lector y a la protagonista la trama de los secretos que han configurado la vida de una familia de los Montes Torozos.
Este libro se puede adquirir en las librerías de nuestro pueblo y, por supuesto, sacar en préstamo de la biblioteca municipal.
Una sugerente propuesta para las tardes de verano a la sombra de un árbol de piscina.
Gloria Rivas Muriel. Mayo 2015